Siempre recordaremos a Martin Miller por su espíritu pionero, incansable e inconformista. Su búsqueda de la perfección y su determinación por crear la mejor ginebra le condujo hasta Islandia, donde encontró el agua más pura del planeta. Un viaje que aún nos distingue hoy en día.
El legado de Martin Miller sigue vivo a medida que las nuevas generaciones de amantes de la ginebra descubren y aprecian Martin Miller’s Gin, justo tal y como él soñó.
Nuestra historia
Todo comenzó en un bar
La historia de Martin Miller’s Gin empieza en la primavera de 1998 en un bar de Notting Hill, en Londres, cuando a tres amigos les sirvieron tres gin tonic decepcionantes. Fue en ese momento cuando Martin Miller retó a sus dos amigos a revolucionar el mundo de la ginebra. La idea fue darle un toque moderno a la ginebra clásica para así atraer a una nueva generación de amantes de la ginebra.
El toque moderno
La parte más tradicionalista de Martin Miller se centró en los componentes principales que se necesitan para una buena ginebra, y los distintos métodos tradicionales de elaboración de la ginebra. Martin Miller experimentó sin descanso, dividiendo el proceso de destilación en dos destilaciones separadas, descubriendo que la mejor combinación resultaba de destilar primero el enebro con los botánicos terrosos, y después los cítricos, las pieles de naranja amarga y de limón, para finalmente combinar ambos destilados en un único destilado de ginebra. Esto le permitió a Martin Miller’s Gin obtener el mejor equilibrio entre el enebro, más estimulante, y los cítricos, con sus notas vivas y refrescantes.
El viaje
Dado que el 60% de la ginebra es agua, Martin Miller sabía que la pureza del agua jugaría un papel esencial en la calidad final de la ginebra. Su búsqueda de la perfección le llevó al pequeño pueblo de Borgarnes, en la remota costa occidental de Islandia, a unos 75 km al norte de Reykjavik.
El agua de manantial del lugar procede de nevadas que tuvieron lugar hace más de 800 años, las cuales se transformaron en hielo en las calderas de los volcanes inactivos. El calor de esas calderas derrite lentamente el hielo más antiguo, que está a mayor profundidad. El agua es filtrada a través de las rocas de forma natural, liberándose de su contenido mineral en un viaje de más de 800 años.
Es precisamente este agua la que permite una liberación más lenta de los aromas, dándole a Martin Miller’s Gin su singular y complejo buqué, con un equilibrio perfecto de enebro y cítricos. Además reduce el ritmo de evaporación del destilado, lo que ofrece delicadeza y calidez al alcohol, brindando a Martin Miller´s Gin su inigualable sensación en boca redonda y ligera.
Nuestras Ginebras
Martin Miller’s Gin es considerada como la precursora del renacimiento de la ginebra. Su proceso de destilación por separado y el delicado equilibrio entre el enebro y los cítricos dieron forma a esta reconcepción de la ginebra tradicional, que se mezcla con el agua de manantial más pura procedente de Islandia.
